DEMOGRAFÍA
En la segunda mitad del siglo XX Linares conoció una importante emigración, a otras zonas de España y también a Alemania, Suiza y Francia. También en los años recientes la población muestra un descenso, ligero pero sostenido. Paralelamente ha habido un incremento de las personas que acuden a este municipio como segunda residencia, principalmente en época estival.
La situación geográfica de Linares de Riofrío, una de las principales vías de acceso hacia la Sierra, su benigno clima y su impactante vegetación han contribuido a un acertado desarrollo del municipio, encontrándonos ante uno de los núcleos de población salmantinos de menor saldo migratorio de los últimos tiempos. De esta forma, Linares llega hasta nuestros días con un censo de algo menos de 1.000 habitantes, sin contar los linarejos que viven fuera pero siguen teniendo en su pueblo el principal lugar de referencia; una cifra que, aunque refleja un descenso importante desde mediados de siglo (en 1959 se alcanzó la cifra más alta de la historia, con 1.679 habitantes), es notablemente superior a la de otros municipios cercanos.
La agricultura, la ganadería (vacuno y ovino), una fábrica de embutidos y los múltiples servicios con los que cuenta esta cabecera comarcal ocupan el resto de los activos. Entre ellos, destacan los bares, dos con servicio de restaurante, sucursales bancarias, una farmacia, panaderías, una pastelería, carnicerías, varias tiendas y supermercados, ferreterías, un almacén de materiales de construcción, carpinterías y cerrajerías.
Linares de Riofrío alberga también los servicios sanitarios de toda la zona, los de seguridad (con un cuartel de la Guardia Civil) y los educativos, con el CEO “Alto Alagón”, formado por niños de Infantil, Primaria y Eso de Linares y de localidades como San Miguel de Valero, Valero, San Esteban, Santibáñez, El Tornadizo o Escurial.